Carlos Humberto Pincha Toaquiza
RICEd: Revista de Investigación en Ciencias de la Educación, Vol. 1, No 1, enero - junio 2023, 22-30 24
La investigación es de enfoque cualitativo, el mismo que se encuentra sustentado en el
paradigma naturalista o interpretativo; por tanto, el nivel de la investigación es correlacional.
Para el desarrollo de la misma se aplicó una escala tipo Likert, la cual permitió medir los
comportamientos de los y las investigadas en torno al problema investigado. Además, se
aplicó una entrevista a los y las docentes del área de informática con el fin de triangular la
información obtenida y arribar con mayores argumentos la elaboración de conclusiones. Los
datos recogidos se analizaron a través de cuadros y gráficos con el empleo de estadísticos de
orden descriptivo, entre ellos Alpha de Crombach, y otros de carácter Inferencial, como es el
análisis de la correlación de Pearson a través de la hoja electrónica Excel, y del software SPSS.
La interpretación de datos se realizó tomando en cuenta la frecuencia de respuestas
proporcionadas por mujeres y hombres investigados, en función de las perspectivas
investigativas.
Las inequidades producidas desde la identidad de género
Hay estimaciones en torno a que el género se afirma cuando el cuerpo biológico de las
personas no coincide con los comportamientos que espera la sociedad tanto de los hombres
como de las mujeres, es decir la sociedad espera de hombres y mujeres comportamientos
naturalizados. Es ahí donde se establece la identidad de los individuos debido a que ellos son
el resultado de sus propias realidades, las mismas que no son ajenas a la influencia del entorno
social, en el cual se han establecido normas en ciertas medidas arbitrarias. De este modo, la
identidad de género viene a configurarse por elementos culturales, sociales, políticos,
psicológicos entre otros, según se señala en la Red por los Derechos de la Infancia en México
(2013), “La representación que los “otros” tengan del género, es lo que construye la identidad
social, ya sea en la aprobación de la persona o en su rechazo” (p. 11).
En tal sentido se puede decir que desde la construcción de la identidad de género se
origina las inequidades producidas entre los hombres y las mujeres dentro de la sociedad. La
inequidad de género según el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) (2007),
“Distancia y/o asimetría social entre hombres y mujeres. Históricamente las mujeres han
estado relegadas a la esfera privada y los hombres, a la esfera pública” (p. 51). Lo que quiere
decir que las inequidades de género se dan sobre las diferentes relaciones sociales y con
aspectos vinculados con el sexismo en el lenguaje, la discriminación y la invisibilización de la
mujer, está a su vez es evidenciada en las relaciones de poder y en la posición referencial del
hombre por encima de la mujer.
La existencia de diversas características que se revelan a partir de la posición referencial
del hombre en los roles sociales, se relacionan con diferentes comportamientos y conductas
inequitativas que utilizan los hombres en desmedro de las mujeres, entre algunos de los tantos
se considera, el liderazgo el mismo que Según Arteaga y Ramón (2009), “el líder hombre
tiende a “jugar rudo”, y ser más autoritario que la mujer, […] la mujer como líder, en su
habilidad de construir un lugar agradable para trabajar, mantiene la estabilidad emocional,
además de tomar decisiones efectivas y oportunas” (pp. 292-293). Es decir, los hombres
adoptan ciertas inequidades de género en las que demuestran ser autoritarios y prepotentes
ante las personas que obedecen sumisamente, siendo estas generalmente las mujeres.
De acuerdo con los criterios de Mauri y Elton (2017), “la autoridad moral es la
consecuencia natural de un trabajo previo sobre el propio carácter moral por parte del que la
ejerce” (p. 359). Se dice, si la autoridad es ejercida bajo principios morales y con equidad de
género la autoridad es democrática, caso contrario, esta, será bajo principios autoritarios,
prepotentes, superiores y dominadores de los más débiles, siendo las más vulnerables el
género femenino y aquellos que se encuentren debajo de su estatus.
En el ámbito educativo las relaciones entre estudiantes tienden a mantener ciertos
comportamientos que evidencian inequidades de género los mismos que obligan a las mujeres