Luz María Duarte Rivero
© Fundación Internacional para Educación la Ciencia y la Tecnología, “FIECYT” 41
JDV es un joven de 24 años, soltero y desempleado, conviviendo con su madre y una tía con
diagnóstico de esquizofrenia. Su Padre es una figura ausente en la dinámica familiar al igual
que toda su familia Paterna. JDV creció en casa de los abuelos maternos, con dinámicas
familiares de índole disfuncional.
Descripción del caso
JDV busca ayuda psicológica debido a una profunda tristeza, pérdida de interés en
actividades placenteras y pensamientos recurrentes de autolesión, cambios de humor
drástico, irritabilidad. Actualmente sigue tratamiento farmacológico para el trastorno bipolar
II. A lo largo de la terapia, se ha observado una inestabilidad emocional significativa,
caracterizada por fluctuaciones rápidas entre estados de ánimo depresivos y episodios de
irritabilidad e impulsividad. Sus síntomas se manifiestan de manera intensa y persistente,
independientemente de la presencia de estresores externos.
Afectivamente, experimenta anhedonia, sentimientos de vacío existencial y
culpabilidad, en otros momentos se evidencia irritabilidad. Cognitivamente, presenta
dificultades para concentrarse, rumiación sobre experiencias pasadas y pensamientos
intrusivos. Conductualmente, se observa impulsividad en compras, elevada energía,
ejecutando tareas poco habituales en horarios nocturno, por ejemplo (cortar el césped a la
1am) conductas disruptivas y aislamiento social. Físicamente, reporta fatiga, alteraciones del
sueño y del apetito.
Historia y presentación del problema
JDV es un joven de 24 años, soltero, hijo único, de madre soltera, creció con la figura materna,
abuelos y tía materna, describe una dinámica familiar hostil, ambos abuelos desarrollaron
demencias precoces a lo largo de su infancia y simultáneamente la tía debuta con un trastorno
esquizofrénico. En el ámbito social siempre ha sido de pocos amigos, destacado en el área
académica, se gradúa de secundaria siendo el número. uno de su clase, ingresando a la
universidad inmediatamente en la carrera de arquitectura, la cual abandona por que descubre
que no es lo que quiere realizar, posteriormente ingresa Ingeniería civil donde experimentan
lo que él llama dificultades y lo abandona también, en este periodo de tiempo desarrolla una
depresión, relatando “ mi vida no tenía sentido, llegue al punto de dejar de sentir” que lo
lleva al intento del suicidio, realizando lesiones con un cuchillo y terminando en una
hospitalización y con un tratamiento a base de antidepresivos.
Desde hace cinco años, el consultante experimenta discusiones diarias con su madre,
centradas principalmente en reclamos relacionados con su infancia. Estas interacciones lo
dejan sintiéndose incomprendido, furioso y emocionalmente agotado, “quedo abatido,
hundido, siento que no hay salido y me pregunto para que seguir, para que vivir”. A pesar de
sus intentos por comunicarse de manera asertiva, su madre parece incapaz de validar sus
sentimientos o comprender su perspectiva.
La dinámica familiar de JDV se encuentra en un punto crítico, caracterizada por una
tensión constante y conflictos recurrentes. La madre, a pesar de su preocupación, parece no
comprender completamente la complejidad de la salud mental de su hijo, lo que genera una
brecha comunicativa significativa. Por su parte, JDV experimenta dificultades para gestionar
sus emociones, manifestando ira, impulsividad y amenazas autolesivas como respuesta a las
críticas y expectativas de su madre, En palabras del consultante “llego al punto de lanzarme
al piso como un niño pequeño, meterme a la ducha con todo y ropa de la colera, a veces le
grito a mi mamá que me tomare todas las pastillas de alprazolam”. Esta reacción, a su vez,
provoca en ella una sensación de impotencia y resignación, creando un círculo vicioso donde
el consultante se libera de la presión y exigencia de la Madre y la Madre hace lo que cree debe
hacer en su rol.